Whatsapp:
Grupo:
Miriam: Joder, ya estamos otra
vez con la misma historia de todos los años… ¿Qué vamos a hacer en fin de año?
Loreto: Siempre nos pasa igual… A
una semana y sin plan.
Carolina: Yo de discotecas paso
¡eh!
Nuria: Yo me voy al pueblo
chicas, sorry.
Carla: Y yo con paso esa noche en
una casa rural con Alex, así que conmigo no contéis.
Paula: Yo tampoco quiero disco,
lo suyo sería que tuviéramos una casa como el año pasado.
Loreto: Voy a preguntar a los
niños del año pasado, que creo que hacen algo en la misma casa y me dijeron
algo la última vez que los vi.
Miriam: Ahí nos lo pasamos súper
bien.
Paula: Si, ¡eso! , ¡Pregúntales!
Carolina: en cuanto sepas algo
nos dices.
Loreto: jaja, ya lo sé, me acaba
de responder, dice que si hacen la misma fiesta, que estamos invitadas. ¡Asi que
ya tenemos plan! ¿Quién se apunta?
Paula: ¡YO! ¿Puedo avisar a Cris?
Carolina: ¡y yo!
Miriam: Yo también, se lo voy a
decir a Alba, que me dijo que la avisase.
Loreto: ¡Yuhuuuu! ¡Qué ganas!
Carolina: Niñas dejo esto, que
estoy en clase, luego hablamos! ¡Os quierooo!
Whatsapp:
Marcos: Nena ¿no estás en clase? ¡Cierra
esto!
Carolina: Jajaja, si a eso iba, ¿Qué
haces tan temprano despierto?
Marcos: Tengo que hacer cosas, ir
al banco y demás. Anoche me quede hasta las tantas montando el Belén, ya te lo
enseñaré.
Carolina: ¿Ya lo tienes montado? ¡Yo
quiero verlo! ¡Ah! ¿Quieres que comamos juntos?
Marcos: Vale, cuando salgas de
clase te vienes a mi casa y vemos donde vamos.
Carolina: ¿Y qué tal si te hago
algo de comer?
Marcos: ¿Algo como qué?
Carolina: ¿Has probado los
burritos?
Marcos: Pero eso lleva verduras ¿no?
Eso no me gusta.
Carolina: Se pueden hacer sin
verduras, hazme caso, confía en mí, ¡que
te van a gustar! Bueno te dejo, cuando salga voy a tu casa directa.
Marcos: Vale, pero como no me
gusten veras, te vas a llevar unos azotes, por mala… jajaja Un besito gordita.
Carolina: Jaja, ¡justo lo que yo quería!
Un besito gordito.
Carolina: Mamá hoy no como en
casa, voy a comer con Marcos y tengo clase esta tarde asi que llegare tardecillo
a casa. Un besito.
Mamá: Vale hija, ten cuidado por
favor, no te entretengas mucho luego y
come bien. Un besito.
14:45
Whatsapp:
Carolina: Estoy en tu puerta, ¡abre
petardo!
Marcos: Voy. Sube.
-
Había pensado en ir a mi otra casa, pero mis
padres hoy trabajan y mi hermana no viene aquí hoy, así que mejor hacemos la
comida aquí, que además en la otra hace mucho frio.
-
Vale, pues vamos a comprar algo, si quieres que haga
burritos y los hacemos aquí.
-
Pero a ver, explícame que llevan exactamente.
-
¿No te fías? Nene son unas tortitas de maíz y tu
las rellenas con lo que quieras, nosotros le podemos echar carne, queso y algo
más que te guste, las almendritas le dan un toque crujiente.
-
Mmmm… creo que si me gusta, ¿almendrillas? ¿Le
podemos echar alguna salsa? Pero que no sea blanca.
-
Claro, para que me crezcan las tetillas, como dice mi
abuela, jajaja, está bien, ¿le echamos
salsa barbacoa?
-
Venga sí, vamos a comprarlo todo, ya me han dado
ganas de probarlos. ¡Hoy como burros!
-
¡Pero qué gandul eres! Jajaja
-
Eso si, después siesta, que estoy reventado, he
dormido cuatro horas.
-
Ay el pobre… vale, ¡siesta! Que yo también estoy
muy cansada del madrugón.
-
Por cierto, ¿Qué plan tienes para fin de año?
-
Pues aun no es seguro, pero probablemente vaya a
una casa con mis amigas, a la que fue el año pasado. ¿tu trabajas? No trabajes
y nos vamos por ahí los dos, hacemos otro viaje.
-
Yo trabajo seguramente, ¿Van tíos?
-
Jolin… me hace ilusión hacer algo contigo, pero
si no que le vamos a hacer, no me voy a quedar en mi casa y claro que van tíos y tías, es una fiesta de fin de año.
-
En una casa todos metidos? Qué bien te lo montas
¿no? No me hace ninguna gracia que vayas con tíos.
-
Ay madre mía… ¿Celos? Jajaja, yo te digo una
cosa, si quisiera estar con otros hombres no estaría contigo, así que puedes
estar tranquilo.
-
No sé, es tu vida, haz lo que quieras, pero no
me hace ninguna gracia.
-
Bueno ya veremos.
Marcos empezaba a delatarse por si mismo
sin que Carolina se diese cuenta, delicado para comer, no se fiaba de nada y
mostraba celos sin motivo, pero Carolina estaba ciega, ciega de amor, sin hacer
caso a las señales y a todo lo que el
exterior y gente ajena a ella intentaba hacerle ver.
Conforme pasaban los días más enganchada a
él estaba y mas venda se ponía en sus ojos.
Ojos que solo tenía para él.
Estaba siempre a la espera de un plan con él,
ya fuese ir a llevar un papel a la China
o simplemente dormir, y hacia esperar otros planes con sus amigas o familia
solo por poder hacerlos con él. Y quizás
estaba dispuesta a no pasar ese fin de año con sus amigas por tal de que no se
enfadase.
-
Me gustaría pasar fin de año contigo,
(Marcos no contestaba)
-
Marcos, deja el móvil anda, estoy aquí.
Él con facilidad cambiaba de tema si no le
interesaba, porque sabía que ella no le diría nada, tenia poder para
persuadirla y evadirla de lo que quisiera.
Y si en manos de otra mujer estuviera le
hubiese cantado las cuarenta en mas de una ocasión pero Carolina callaba, no le
gustaba pelear, ni discutir.
-
Dios mio
pues si que estaban ricos los burros.
-
Anda ves, si es que si no pruebas las cosas, además
te he dicho que te iban a gustar.
-
Ahora quiero comer todos los días esto.
-
Jajaja, bueno al menos ya has añadido algo a tu
dieta de Mc Donalds y pollo asado.
-
Si, ahora burritos, será otra de mis comidas
favoritas.
-
Ya te iré haciendo más cosas, ¡veras que ricas!
-
Gordita, ¿Recogemos esto, vemos una peli y nos echamos una siesta arriba?
-
Si, vamos.
Tres horas después:
El ordenador portátil seguía encendido, con la película acabada.
La habitación olía a crema de un masaje que le había pedido Marcos a Carolina
que le diese. Suena una alarma mientras
estaba acurrucados y abrazados el uno con el otro en la cama, desnudos y
sudorosos de haber hecho el amor horas antes. Tapados hasta arriba y con las
manos cogidas.
-
Pufff no me acordaba que había quedado con
Borja, que vamos a preparar unos temas para un bolo que tenemos este fin de
semana.
-
Jolin… bueno, pues acércame a casa y ya te vas
con el.
Whastapp:
Miriam: Carolina, ¿Donde estas? ¿Te
apetece un café? Hemos quedado todas para hablar de la fiesta de fin de año.
Carla: Nena, ¿Te apetece que
hagamos algo hoy? Bajo al centro que tengo que hacer cosas.
Lucia: Amor, necesito tu ayuda
para una práctica de eclesiástica, llámame por favor.
Con mensajes así en el móvil y llamadas perdidas se encontraba Carolina cada
vez que pasaba horas con Marcos, mensajes que eran respondidos siempre con un “no”
ya que era tarde, y durante sus horas con él no cogía el móvil para nada, para ella el
aparatito pasaba a segundo plano. Desactivaba los datos y lo ponía en silencio,
para que nada ni nadie la molestase en aquellos momentos.
Que tonta pensareís, se perdió mil
cosas por estar con el, pero realmente debería ser así cuando estamos reunidos con otras
personas;
Si se queda con una persona, es
porque quieres compartir ese momento concreto con esa persona física, no con
las que tengas detrás de una pantalla y si quieres compartirlo con esas, reúnelas
a todas en el mismo momento físicamente.
Lo que sus labios callaban era
que le estaba dando prioridad a aquello que quería sin saber que por ese lado podía
ser traicionada. Para el era una bonita amistad, pero ¿Era esa
amistad más fuerte que la que sus amigas le tenían?
Ella no era celosa y no aguantaba
los celos de nadie, porque cuando se confía en una persona y se está a gusto
con ella no tienen porque existir. Y el los tenía, por todo. Pero ella no lo quería
ver y callaba.
Se cree el ladrón que todos son de su condición.